Qué ironía que el mismo día en que se celebre el Día Mundial por los Derechos Humanos muera uno de los dictadores de los tantos que han poblado el siglo XX que dejan tras de si una historia de sangre, muerte, dolor, mucho dolor y una mancha negra en la historia de un país que ya jamás querrá recordar. Augusto Pinochet dirigió el golpe de estado de Chile durante el gobierno de Salvador Allende en 1973 apoyado por Estados Unidos. su gobierno autoritario duró hasta 1990, donde fue derrocado por referéndum estatal. En 1998 fue detenido por orden del juez español Baltasar Garzón, acusado de genocidio y terrorismo. Por su delicado estado de salud no ha podido ser juzgado por todos los crímenes que cometió contra el pueblo chileno. Y ayer queridos lectores, murió sin que esto ocurriera. Habría sido juzgado de no ser por las trabas políticas que se han interpuesto a lo largo de estos años para que este acto no se realizara. Sólo deseo que haya sufrido todo lo que sufrieron las víctimas de su gobierno de terror.
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1 comentario:
Yo tb espero que no haya muerto plácidamente, aunque está bastante mal que no haya pagado por lo que ha hecho en vida...
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