Uno no puede decir que realmente conoce a una persona cuando la ve cara a cara. Vemos una ínfima parte de lo que esa persona decide mostrarnos. Esa imagen puede ser real o tan sólo un espejismo. Supongo que casi nadie puede cumplir alguno de los extremos: nadie es tan real y transparente como un cristal, todos escondemos pequeñas cosas; y tampoco se puede ser un espejismo completo, hay ocasiones en que nuestro verdadero ser sale a relucir, sin siquiera desearlo.
Se puede conocer a una persona de muchas maneras: un día os presentan, os habéis sentado juntos en clase o simplemente os gustásteis a primera vista. Pero esto sólo se fundamenta en imágenes prefijadas, estereotipos. Ya se sabe que una de las cosas que no se pueden cambiar son las primeras impresiones, porque son únicas, no se vuelven a repetir con una misma persona. Los estereotipos por los que nos dejamos llevar pueden ser positivos o negativos, igual que los prejuicios que hacemos en base a estos.
Pero he llegado a la conclusión, después de conocer a varias personas, que pocas veces esas primeras impresiones tienen que ver con cómo es ese alguien. La gente te sorprende cada día con algo nuevo e impensable, o quizá lo habías pensado pero esa idea te parecía equivocada...
Hablas, callas, ríes, lloras, conoces, aprendes, sientes... No me hacen falta ojos para buscar dentro de ti. No me hacen falta para bucear entre tus pensamientos, dudas, frustaciones, miedos, alegrías, esperanzas, metas... Y quiero comprenderte, y a la vez discutirte. Me gusta perderme entre tus palabras con sentido (y sentimiento), las que puedas decir sin pensar o las que simplemente callas...
Me gusta CONOCER, APRENDER, SENTIR. Y no por eso tu te has vuelto más débil, ni yo más preocupada.
... por seguir conociendo a las personas ...
1 comentario:
"Cuando conoces a alguienn, descubres el 50% de su persona... querer conocer el resto, es lo que arruina las cosas".
O al menos eso decía una película.
Te secundo en lo que has dicho sobre que cada día te sorprendes con pequeños detalles de los demás. Unas veces para bien, otras para "no tan bien"... Pero es normal, las personas somos un mundo, somos demasiado complejas para permanecer siempre iguales.
Y eso, es lo que nos hace tan interesantes.
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